ESTE PRIMER CHICO ES MIO
En el partido de ida del play off de la Cuarta Fase, tras 90 minutos jugados como una verdadera final, Racing le ganó a Santamarina 1 a 0. El volante José Loncón fue el autor del golazo Chaira. En el conjunto olavarriense salieron lesionados Claudio Ferreyra y Cristian Draghi. En la visita fue expulsado Arnaldo González a los 9'ST.
Fue duro, muy duro. Fueron 90 nerviosos minutos jugados como si fuese el último partido de sus vidas. Con un piso donde hasta a Messi le costaría llevarla atada y darle un pase a un compañero, corrieron, metieron, discutieron, dieron algunas murras de más y la diferencia solamente la marcó un fierrazo de Loncón que muy pocos esperaban.
Es que cuando a los 32’ST, el chubutense se paró frente a la pelota –a casi 35 metros del arco- todos esperaban el centro, incluso los marcadores centrales de Racing fueron a buscar la pelota parada. Pero, haciendo caso al grito de Mocoroa, Amaya y alguno más, el volante derecho trató de darle fuerza y dirección, pero el destino fue el ángulo superior izquierdo, el palo que cuidaba Bertoya.
En la hora y pico anterior, hubo dos tramos diferenciables. En el primer tiempo, sin brillar, Santamarina dejó mejor imagen; y en el segundo, la expulsión del mediapunta de los tandilenses Arnaldo González (agresión sin pelota a Molina) lo dejó sin capacidad de desequilibrio y Racing se animó a tratar de quebrarlo.
Durante el primer período, el Chaira fue un equipo muy largo, con los volantes centrales pegados a su defensa, con algún desorden sobre la izquierda de la mitad de la cancha (Ferreyra y García Lorenzo no encontraron la ubicación), y con problemas para contener al Pitu González sobre el otro lateral (hizo daño metiendo diagonales), partiendo de la espalda de Loncon.
Santamarina no sufría en defensa, Monay-Palacio ganaban todos los rebotes en el medio pero, salvo González, no ganaban por afuera ni Brittes cerca del área. Pero el Pitu fue gravitante: un remate que pasó cerca, raghi en la línea y una que armó para que definiera el ‘9’ y lo cerró justo Erramuspe; y una que sacó providencialmente Draghi en la línea, con el taco.
En media hora, Racing atacó poco pero tuvo una muy clara. Salió rápido Abán de la mitad de la cancha, se sacó de encima dos hombres en velocidad, buscó a Altamirano que la aguantó y esperó que le pasara el catamarqueño, pero Loncon llegó solo por la izquierda y ante Bertoya definió desviado.
Santamarina era más rápido que Racing pero no le generó situaciones. El Chaira apretó los dientes, peleó y antes del final de la etapa se quedó sin dos guerreros. Ferreyra (5’ antes en una fue imprudente y pudieron haberlo expulsado) con un golpe en el empeine, y Draghi (esguince leve de tobillo tras golpe de Capella), que casi factura de cabeza en una jugada en la que se observó una clara sujeción (agarrón) a Ramiro Jorge en el área chica.
El objetivo Chaira para la segunda mitad fue claro: dividir la posesión parado más adelante. Amaya manejó el tema y a los 9’ la figura tandilense, González, terminó de darle sustento a la idea: golpeó a Molina sin pelota y al “muñequeador” Boxler no le quedó otra.
Ahí sí Amaya ganó protagonismo en el medio, Santamarina se retrasó (Brittes quedó aislado arriba) y su alternativa era la pelota parada, pero a los olavarrienses les faltó volumen de juego, Berdún no entró bien, Altamirano perdía por inferioridad numérica y Abán-Loncon no se encontraban.
Pero a Racing nunca hay que subestimarlo. Cuando parece que es impotente para llegar, alguna individualidad aparece. Primero fue Abán por la derecha, desbordando a Leonardo Gogna pero, en el área chica, dos veces no la pudieron meter.
Luego fue la joyita-misil de Loncon que desniveló en ese tiro libre, en el que Boxler metió la mano en el bolsillo para amonestar por segunda vez a Aguirre (en una pelota aérea le cabeceó la nuca a Calderón Rosales, que un rato después del partido debió ir al hospital), pero al darse cuenta que debía ser roja se alejó del lugar.
Con sus ganas y limitaciones, Racing intentó aumentar. El goleador chileno casi factura, pero no llegó a conectar tras gran anticipo ofensivo áereo de Abán.
En el torbellino desprolijo y lleno de tensión que se transformó el desarrollo, también pudo empatar Santamarina si Nico Valerio le acierta al arco, cuando madrugó a los defensores.
Como es costumbre, sin lucir, pero con temperamento y fibra de sobra, y la cuota de uno de pegada diferente a la del resto, cumplió con la premisa de ganar y va por otro pedazo de gloria a Tandil.
Fue duro, muy duro. Fueron 90 nerviosos minutos jugados como si fuese el último partido de sus vidas. Con un piso donde hasta a Messi le costaría llevarla atada y darle un pase a un compañero, corrieron, metieron, discutieron, dieron algunas murras de más y la diferencia solamente la marcó un fierrazo de Loncón que muy pocos esperaban.
Es que cuando a los 32’ST, el chubutense se paró frente a la pelota –a casi 35 metros del arco- todos esperaban el centro, incluso los marcadores centrales de Racing fueron a buscar la pelota parada. Pero, haciendo caso al grito de Mocoroa, Amaya y alguno más, el volante derecho trató de darle fuerza y dirección, pero el destino fue el ángulo superior izquierdo, el palo que cuidaba Bertoya.
En la hora y pico anterior, hubo dos tramos diferenciables. En el primer tiempo, sin brillar, Santamarina dejó mejor imagen; y en el segundo, la expulsión del mediapunta de los tandilenses Arnaldo González (agresión sin pelota a Molina) lo dejó sin capacidad de desequilibrio y Racing se animó a tratar de quebrarlo.
Durante el primer período, el Chaira fue un equipo muy largo, con los volantes centrales pegados a su defensa, con algún desorden sobre la izquierda de la mitad de la cancha (Ferreyra y García Lorenzo no encontraron la ubicación), y con problemas para contener al Pitu González sobre el otro lateral (hizo daño metiendo diagonales), partiendo de la espalda de Loncon.
Santamarina no sufría en defensa, Monay-Palacio ganaban todos los rebotes en el medio pero, salvo González, no ganaban por afuera ni Brittes cerca del área. Pero el Pitu fue gravitante: un remate que pasó cerca, raghi en la línea y una que armó para que definiera el ‘9’ y lo cerró justo Erramuspe; y una que sacó providencialmente Draghi en la línea, con el taco.
En media hora, Racing atacó poco pero tuvo una muy clara. Salió rápido Abán de la mitad de la cancha, se sacó de encima dos hombres en velocidad, buscó a Altamirano que la aguantó y esperó que le pasara el catamarqueño, pero Loncon llegó solo por la izquierda y ante Bertoya definió desviado.
Santamarina era más rápido que Racing pero no le generó situaciones. El Chaira apretó los dientes, peleó y antes del final de la etapa se quedó sin dos guerreros. Ferreyra (5’ antes en una fue imprudente y pudieron haberlo expulsado) con un golpe en el empeine, y Draghi (esguince leve de tobillo tras golpe de Capella), que casi factura de cabeza en una jugada en la que se observó una clara sujeción (agarrón) a Ramiro Jorge en el área chica.
El objetivo Chaira para la segunda mitad fue claro: dividir la posesión parado más adelante. Amaya manejó el tema y a los 9’ la figura tandilense, González, terminó de darle sustento a la idea: golpeó a Molina sin pelota y al “muñequeador” Boxler no le quedó otra.
Ahí sí Amaya ganó protagonismo en el medio, Santamarina se retrasó (Brittes quedó aislado arriba) y su alternativa era la pelota parada, pero a los olavarrienses les faltó volumen de juego, Berdún no entró bien, Altamirano perdía por inferioridad numérica y Abán-Loncon no se encontraban.
Pero a Racing nunca hay que subestimarlo. Cuando parece que es impotente para llegar, alguna individualidad aparece. Primero fue Abán por la derecha, desbordando a Leonardo Gogna pero, en el área chica, dos veces no la pudieron meter.
Luego fue la joyita-misil de Loncon que desniveló en ese tiro libre, en el que Boxler metió la mano en el bolsillo para amonestar por segunda vez a Aguirre (en una pelota aérea le cabeceó la nuca a Calderón Rosales, que un rato después del partido debió ir al hospital), pero al darse cuenta que debía ser roja se alejó del lugar.
Con sus ganas y limitaciones, Racing intentó aumentar. El goleador chileno casi factura, pero no llegó a conectar tras gran anticipo ofensivo áereo de Abán.
En el torbellino desprolijo y lleno de tensión que se transformó el desarrollo, también pudo empatar Santamarina si Nico Valerio le acierta al arco, cuando madrugó a los defensores.
Como es costumbre, sin lucir, pero con temperamento y fibra de sobra, y la cuota de uno de pegada diferente a la del resto, cumplió con la premisa de ganar y va por otro pedazo de gloria a Tandil.
SINTESIS
RACING (Olavarría): (1) Martín Mocoroa; Esteban Erramuspe, Ramiro Jorge, Cristian Draghi y Ezequiel Molina; José Loncón, Franco Amaya, Claudio Ferreyra y David García Lorenzo; Gonzalo Abán y Oscar Altamirano. D.T.: Víctor Milanese Comisso. SUPLENTES: Cristian Bucci, Gastón Alberca, Diego Nasello, Leandro Teijo, Juan Domingo Berdun, Francisco Vazzoler y Alfredo Calderon Rosales.
SANTAMARINA (Tandil): (0) Daniel Bertoya; Juan Pablo Compagnucci, Martín Aguirre, Emiliano Capella y Walter Ledesma; Román Strada, Miguel Monay, Germán Palacio y Diego Bucci; Arnaldo González y Edgardo Brittes. D.T.: Gustavo Coleoni. SUPLENTES: Damián Cebreiro, Matías Gogna, Leonardo Gogna, Mauricio Scaglia, Maximiliano Timpanaro, Nicolás Valerio y Angel Prudencio.
GOLES: 78' José Loncón (R).
CAMBIOS: 32' Juan Domingo Berdún por Claudio Ferreyra, 46' Diego Nasello por Cristian Draghi y 66' Alfredo Calderón Rosales por David García Lorenzo (R) - 46' Leonardo Gogna por Walter Ledesma, 72' Nicolás Valerio por Román Strada y 82' Angel Prudencio por Edgardo Brittes (S).
AMONESTADOS: Ramiro Jorge, Claudio Ferreyra, Cristian Draghi, Gonzalo Abán y Franco Amaya (R) - Martín Aguirre, Juan Pablo Compagnucci y Nicolás Valerio (S).
EXPULSADOS: 54' Arnaldo González (S).
ARBITRO: Carlos Boxler (Casilda). ASISTENTES: Gonzalo Pedro (Chañar Ladeado) y Manuel Sánchez (Santa Fe).
ESTADIO: José Buglione Martinese.
FUENTE: OlaFutbol.
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