17 de noviembre de 2012

Di Santo del gol.

Estudiantes recuperó la sonrisa, Alianza hizo lo que pudo y en el final se quedó sin nada. Y fue Luis Di Santo, el hombre de los goles importantes, el encargado de darle los tres puntos al “celeste”, que se impuso 2 a 1 y volvió a ubicarse en las principales posiciones de la Zona 3.
Distinta fue la suerte del “tricolor”, que plantó batalla de igual a igual pero no le alcanzó y sumó un nuevo encuentro sin ganar de visitante.

El partido no dio tregua y el vértigo fue una constante ni bien el bellvillense Darío Españón, de discretísimo arbitraje, marcó el inicio. Sólo sesenta segundos habían transcurrido cuando sorprendió Alianza. Tiro libre de Núñez, rebote que descolocó a Bonacci y en el rebote Costantini no perdonó.
Sorpresa para uno y algarabía para el otro, pero todo duró apenas unos minutos. Con el tándem Albiñana-Barrios Suárez avisó en la jugada siguiente. Y por esa misma vía llegó el empate unos instantes después. Centro medido del ex Racing para el cabezazo en soledad del paraguayo: 1 a 1 y todo quedaba como al principio.
De ahí en más todo fue un monólogo del “celeste”, que ganaba con frecuencia por las bandas, en especial cuando Albiñana se recostaba sobre la izquierda y en velocidad complicaba y mucho a Arneodo.
Barrios Suárez se perdió increíblemente el segundo. Foglia no quiso ser menos y también la tiró afuera cuando era más fácil meterla. Y en la tercera Palandri reventó el travesaño con un cabezazo luego de una salida en falso de Airaudo.
Pero había más. Primero Españón ignoró un clarísimo agarrón de Gagnolo sobre Palandri dentro del área. Y luego el árbitro vio un golpe de González en el área y ahí sí no dudo: roja para el defensor y penal para Estudiantes. “La cuarta tiene que entrar”, habrá pensado más de uno, pero Nicolás Rodríguez le agarró muy de abajo y la tiró a las nubes.
Si once contra once Estudiantes había sido superior y marcado diferencias físicas, con uno más todo hacía presagiar que el dominio sería aún más evidente. Pero nada de eso ocurrió, en parte porque el local no tuvo la misma intensidad y en gran parte porque Alianza, en inferioridad numérica, se abroqueló bien en el fondo y apostó decididamente a la contra.
Y fue por ese camino, en los instantes finales, cuando el equipo de Juan José Irigoyen pudo salir del letargo en el que estaba inmerso. La más clara con un remate de Reynoso que Bonacci, bien ubicado, mandó al tiro de esquina.
El epílogo de la primera mitad no cambió en el arranque del complemento y Alianza, haciendo del orden un culto, no tardó en inclinar el campo a su favor. Y en eso mucho tuvo que ver la garra, la visión de juego y todas las mañas de Zalazar, que en el medio parecía un pulpo para desdoblarse y cortar los circuitos futbolísticos del rival.
Estudiantes, mientras tanto, era una sombra a aquel equipo sorpresivo que dominó a su antojo en los iniciales cuarenta y cinco. El cansancio se hizo presente, en especial en Rodríguez y Albiñana, dos que se habían destacado en el período inicial.
Aimar seguía con las mismas intermitencias y Chiaretta era otro de los que aparecía en cuentagotas. Y arriba Barrios Suárez quedaba aislado del resto. La dupla técnica mandó a cancha a Vogliotti y a Santillán, dos que saben con la pelota, pero el ex Atenas se hizo expulsar infantilmente y el ex Riveros, ubicado sobre la derecha, no gravitó.
Pasaban los minutos y el negocio, más allá que a esa altura los dos estaban con diez, era de Alianza, que no se resignaba a atacar pero lo más importante era que la pelota estaba bien lejos de Airaudo. Claro que la historia no estaba cerrada ni mucho menos.
En el banco había un hombre que esperaba ansioso por ingresar. Y ese hombre era nada menos que Luis Di Santo, sinónimo de gol. Y el “Coqui” no defraudó, porque en una de las primeras pelotas que tocó no perdonó y la mandó a guardar. El partido se moría y Estudiantes, que se la había pasado en insinuaciones e imprecisiones, encontraba su regalo que había merecido sobre todo en el primer tiempo.
De ahí hasta el final hubo tiempo para un nuevo penal, un penal que tuvo a otro ejecutor (Aimar), pero la suerte otra vez fue esquiva. La suerte de uno y otro ya estaba echada. Y fue triunfo de Estudiantes, que mostró aspectos interesantes pero repitió falencias del pasado. Alianza estuvo cerca de conseguir su premio, pero no pudo ser y se volvió a Coronel Moldes con las manos vacías.
SINTESIS
ESTUDIANTES (Río Cuarto):  (2)  Luis Bonacci; Maximiliano Gómez, Nicolas Foglia, Juan Palandri y Emiliano Zapico; Andrés Aimar, Sebastián Pérez, Franco Chiaretta y Nicolás Rodríguez; Humberto Albiñana y Diego Barrios Suárez. D.T.: Ricardo Sevila – Ceferino Flores. SUPLENTES:  Alan Pertile, Franco Giuffré, Franco Linardi, Angel Collimedaglia, Gonzalo Santillan, Luis Di Santo y Juan Vogliotti.


ALIANZA (Coronel Moldes): (1)  Sebastián Airaudo; Rodrigo Arneodo, Bernardo Gagnolo, Claudio González y Gonzalo Tello; Federico Tommasini, Jorge Zalazar, Sebastián Núñez y Diego Heredia; Lucio Costantini y Juan Reynoso. D.T.: Juan José Irigoyen. SUPLENTES: Guillermo Landoni, Francisco Caletti, Emanuel Aveiro, Felipe Mugnaini, Emanuel Devia, Eric Cardetti y Jorge Gomez.

GOLES: 1’ Lucio Costantini (A) - 6’ Diego Barrios Suárez (E) - 86’ Luis Di Santo (E).

CAMBIOS: Jorge Gómez por Diego Heredia (A) - Juan Vogliotti por Humberto Albiñana (E) - Gonzalo Santillán por Nicolás Rodríguez (E) - Emanuel Aveiro por Gonzalo Tello (A) - Luis Di Santo por Diego Barrios Suárez (E).

EXPULSADOS: 27’ Claudio González (A) - 75' Juan  Vogliotti (E).

INCIDENCIAS:  28' Nicolás Rodiríguez (E) desvió un penal - 93' Andrés Aimar (E) desvió un penal.

ARBITRO: Darío Españon (Liga Bellvillense).

ESTADIO: Ciudad de Río Cuarto.

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