El Celeste promediando la etapa llegó con riesgo a través de sendos cabezazos de Horacio y Portillo, a pesar de insistir reiteradamente de media distancia, especialmente por el lado de Platero.
En el complemento la historia fue bien distinta. Liniers salió con decisión en busca del desnivel, echando mano rápidamente el técnico D’Angelo a Damián Villalba, el delantero más influyente de La Topadora. Para colmo, el Salaíto se quedó con uno menos al ver Leandro Lo Cascio la roja directa (ya estaba amonestado desde el primer tiempo) por una fuerte entrada en perjuicio de David Córdoba. El pizarrón de D’Angelo funcionó en plenitud. Tiro libre ejecutado por Platero buscando a Aversa (de buen segundo tiempo) sobre la derecha, cabezazo bombeado y Figueroa por el segundo palo, de cara al arco, tan solo tuvo que empujarla.
El partido cambió totalmente. Argentino sintió el trajín y prácticamente no llegó más al arco de Monllor, y Liniers, que a Villalba en cancha le sumó el ingreso de Tomasone primero y especialmente Argüello para los últimos minutos, terminó por ganar con holgura, generando varias opciones, luciéndose el arquero Nicolás Sironi, un escollo insalvable. Ya en tiempo de descuento Platero desde afuera del área aprovechó un mal rechazo y terminó cerrando el resultado.
Liniers en el segundo tiempo estableció claras diferencias frente a un digno Argentino, que en el primer tiempo brindó lo mejor, pero se quedó sin resto físico.
Así, luego de casi ocho meses La Topadora pudo ganar de local, y ahora espera rival para el martes en la etapa siguiente, dependiendo del resultado entre Defensores Unidos e Ituzaingó. Si gana el local será Comunicaciones; caso contrario Acassuso.
| SINTESIS |
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